Cambio de mes

Se acabó enero más rápido de lo habitual, lo sentí veloz. Estuvo lindo sí. Caminé un montón, pasos en ascenso, pasos rurales y urbanos, unos más lentos que otros, pero todos entretenidos. Pedaleé unos cuantos kilómetros y todavía no decido si me gustó. Volví a la oficina un par de días en plan rutina laboral, compartí tiempo y espacio con amabilidad, con lentes rosa para hacer más llevaderas las jornadas. Me impacienté poco por la pérdida de productividad, por estar sometida a la burocracia constante, por la falta de disponibilidad del tiempo propio… y así llegamos ya a febrero, el año avanza con velocidad desenfrenada. 

Este año ha empezado con encuentros fugaces, con algún instante de fascinación en medio, con suficiente realidad también. Sin darme cuenta, a veces me sumerjo en recuerdos y me doy cuenta ahora que cada vez son más lejanos, me hago mayor y ya hablo de hace 20, 30, 40 años, pfff, pero me siento adolescente a veces, joven siempre… será cuestión de conservar vivo el asombro y hacer parte de mi existencia aquellas emociones y experiencias que dan significado y propósito a esta vida que quizá ya está a mitad de camino.Ene2023



Sucesos populares

Colectivo familiar

Sin rumbo fijo

―denota negación―