Seguimos en marcha
Se va junio con sus viajes a ninguna parte y sus paseos a los alrededores, con sus recuerdos de cosas olvidadas, con sus vasos rotos que asoman en el ojo, con la quietud de los días en pausa y las urgencias por sacar tareas de la lista. Se va también la primera mitad del año con sus mediodías llenos de luz y sol, con sus tardes de viento. Pasó el mes y de nuevo no me di cuenta. Los días comenzaron con el café de siempre, con los mensajes en el teléfono, las hojas y las flores en el suelo... pocos pasos, muchos autos y sirenas en la calle. Ruido fuera, a veces también dentro; música en español, pájaros, perros. Mi hijo. El comienzo de las vacaciones. La felicidad por pasar el año escolar. El ascensor y sus recomendaciones. Cine. Superhéroes. El desayuno con los gatos aquellos. Emociones variadas, intensas. Pocos instantes de soledad y retiro. La mente ocupada sin cesar. El torbellino de los días laborales. Tener que hacer, revisar y escribir. También fue un mes con novedades. Junio