Nuevos vientos

Bienvenido junio, espero que traigas muchos días fantásticos, sin apocalipsis, con tranquilidad, salud y entusiasmo. Necesito que este dolor desaparezca por completo y que pueda recuperar la actitud dinámica para volver a mis paseos energéticos. Está visto que no podemos dar por supuesto aquello que tenemos. Sentir de repente ciertas molestias limitantes asusta un tanto.  De un momento a otro todo se transforma, así que mejor tenerlo presente siempre... no vaya a ser.

Mientras mis buenos deseos para este mes se materializan, pienso con dolor, ya no físico sino emocional, en la increíble violencia de la que somos capaces todos los seres humanos. Niños que sin razón aparente golpean a otro, bajo la mirada cómplice de otros más; pasa todo el tiempo, lo sé, pero no había pasado cerca y espanta más. En qué momento estos seres son capaces de tanto odio, qué los lleva a eso... empiezan con palabras agresivas y terminan en golpes furiosos, deshumanizando completamente a la víctima. Esa mitad del mundo, aquella que vive en la oscuridad, está habitada por cualquiera de nosotros... tenemos, al parecer, una visión angosta e insuficiente de nosotros mismos. 

Ojalá seamos capaces de superar estos episodios y sobre todo, de evitar que se repitan. Tenemos que proteger a nuestros niños.

Sucesos populares

Colectivo familiar

Sin rumbo fijo

―denota negación―