Esto, aquello y lo demás también

Y como para que la celebración del cumple termine como corresponde, nada mejor que un fin de semana de descanso en la playa, cortesía de mi má (con la asesoría, organización y compañía de la sist y de mi má, por supuesto). Como en los viejos tiempos, lo único que tuve que hacer fue empacar la maleta y disfrutar.      El destino: Santa Marta. Después de 13 años regresamos a este lugar, recorrimos lugares ya conocidos y estuvimos en otros por primera vez: Playa Blanca y Playa Cristal, esta última es una de las que más he disfrutado. Agua muy clara, peces y corales de mil colores, rodeada de verde, en fin... Las maravillas que ofrece la naturaleza por estas tierras son dignas de disfrutar. Atardeceres espectaculares y vegetación exuberante forman parte del paisaje cotidiano (entre muchas otras cosas que no viene al caso mencionar), así que en cuanto tengan un tiempito, vale la pena ir a conocer o a reconocer. Estas son algunas imágenes del paseo, escenarios llenos de verde y azul y

Increíble, pero así es, ¡ya tengo 30! Parecía que no llegaban, pero el paso del tiempo es inexorable, y aunque parezco de 15, ¿cierto?, la verdad es otra. Espero al menos seguir perteneciendo al grupo de "adultos jóvenes", aunque sea por un tiempo... Por lo pronto dejaré de cumplir años, así que acostúmbrense a los 30, porque de aquí no pasaré. Pese a todo, porque vaya si cambiar de piso es toda una historia, disfruté el evento, fui feliz y la fiesta sirvió para evitar la depresión del comienzo de una nueva década; y como no lo sufrí a tiempo, pues ahora me queda únicamente ¡disfrutar! He aquí algunas imágenes que permitirán recordar el acontecimiento, ¡diviértanse! ¡Ah! y mil gracias por su compañía, lo mejor fue haber contado con su presencia.