Retomando
Se acabó mayo y sigo en proceso de adaptación. Volver a la vida de oficina después de varios meses de relajo ha sido un desafío, un proceso al menos. Estoy reencontrándome aún con el mundo laboral y acostumbrándome otra vez al ritmo diario que, por suerte, hasta ahora, no implica mayor dificultad pero sí mucha curiosidad. Llegué, me instalé y comencé a sumar nuevos momentos. He pensado que será simple: hacer bien lo que me toca, intentarlo, como siempre. Lo he hecho y he aprendido. Me gusta aprender. Puedo hacerlo mejor, claro que puedo, voy poco a poco, pero con entusiasmo. El trabajo ha supuesto cambio de rutina, me gustaba la que tenía pero ahora la vida me empuja. El trayecto de las mañanas casi siempre lo hago de copiloto, de regreso voy algunas veces en bus y también he ido un par en transmi, manteniéndome a flote, sin sostenerme, en un laberinto rebosante de pasajeros durante un tiempo que resulta una eternidad. Aprovecho estos recorridos — de