CDMX, toda una experiencia
Del colorido antioqueño llegamos, después de un periplo absurdo que recordaré sin documentar, al colorido mexicano. Con bonitos amaneceres desde el piso 13 del hotel en el que nos instalamos, dimos la bienvenida por varios días a intensas jornadas que nos permitieron conocer un tanto de esta ciudad. Monstruosa. Inabarcable. Inmensa. Con nuestra dosis diaria de potasio disfrutamos días de caminar, mirar, admirar y saborear un poco de la cultura e historia de este país. Ciudad de México está repleta de museos, parques, jardines, plazas, de todo para entretener a cualquiera. Encontramos, en nuestra aproximación inicial a la ciudad, algunas semejanzas con Bogotá. Sin embargo, poco a poco, la sensación de inmensidad cambió esa percepción. El paseo de la Reforma, Chapultepec, el Museo de Antropología, Coyoacán y su casa azul, el Palacio de Bellas Artes, en fin, de todo para todos los gustos. Guiados por nuestra curiosidad, las recomendaciones y la intuición, seleccionamos algunos