Entradas

Mostrando entradas de septiembre, 2021

Se fue el mes

Imagen
En septiembre cambié el desayuno colorido por uno un tanto aburrido, pero igualmente nutritivo… intentando aquello de la autosuficiencia no hubo demasiada versatilidad, pero se procuró lo indispensable y no salió tan mal. Mientras me arruiné pagando estacionamientos, aproveché los pocos desplazamientos para maximizar actividades y lograr recorridos eficientes.   Las visitas al médico estuvieron a la orden del día. Poco a poco voy encontrando el equilibrio, aun cuando siento que por fin nos instalamos, me parece también que estamos a punto de irnos. Sin embargo, creo que en breve llegará el balance… total ya imponemos nuestro andar entre la jungla en la que se ha convertido esta ciudad postpandémica. Esporádicos encuentros, algunas visitas y la celebración del mes fueron los sucesos que marcaron nuestra escasa vida social en este mes que termina. Faltan muchos abrazos, pero al menos ya hemos visto y reconocido algunas caras amigas. No han faltado días de pereza en los que me pregunto si

Seguir adelante

Imagen
  Apoyarme en las cosas que me inspiran Echar la vista atrás y ver el recorrido Confiar en mi mirada Valorar los aprendizajes y lo poco o mucho que  he logrado Disfrutar el camino No dejar de sorprenderme

En vela

Imagen
En las noches de insomnio las preocupaciones cobran una dimensión gigantesca, por eso las quiero evitar a como dé lugar, no siempre lo logro, pero la pasiflora y el agua de lechuga ayudan, vaya que sí. A veces paso de estar ojiplática porque no puedo dormir a estarlo cuando despierto por las locuras que soñé. Criaturas y sucesos que solo hacen sentido en escenarios fantasiosos, algunas brillantes y coloridas, otras tenebrosas y muy oscuras, con unas me divierto, a las otras las prefiero distantes.

Control

Imagen
A veces pienso en el tiempo suspendido. Ausencia de precipicios e incertidumbre, sin el vértigo diario. Otras pienso en instantes sin responsabilidades ni reglas. Recuerdos de infancia, horas de jugar y jugar, nada más. Algunas más imagino libertad absoluta. Fascinación con decisiones y consecuencias solo a favor. Por momentos me domina la abstracción de un mundo seguro en el que todo depende de mí, sin imposiciones, y confío en mí.

Aires de campo

Imagen
Sábado. Caminar por placer entre los arbustos. Disfrutar la cotidianidad sencilla de la vida rural. Tener tiempo para aburrirme y no hacer nada, solo ver la vida pasar. Domingo. En una ventana me encontré… contemplar con buena perspectiva es de mis planes favoritos. Asomarme y tomar sol desde el tejado, como cuando era peque, es revitalizante. Aunque claro, lo de ponerme traje de baño y tumbarme para que los rayos penetren mi piel ya no es lo que fue, simplemente, ya no es. Ahora con destreza y algo de flexibilidad me siento en el marco de la ventana y desde allí veo nubes, ramas al viento, pájaros al vuelo, toda la gama de verdes en la montaña e imagino. Es bonito. Hay encuentros que son fortuna, sin recuerdo gráfico, pero memorables. También ratos de brindar con un espumante cualquiera mientras tomamos el sol de la tarde en compañía. Hay además risas y carcajadas por las historias de siempre. Hay momentos que se convertirán en recuerdo. Hay alegría por estar juntos y sentirnos a

Vocales

Imagen
Á rboles. Me siento a gusto bajo su sombra, arropada, comprendida. Salvaje y frágil a la vez. E ntender. No solo se trata de oír o ver, es necesario encontrar el sentido de lo que ocurre por ahí. I mpulso. Sumergirse en ocasiones, escapar de la rutina, darlo todo, a veces. O puestos. Aplomada y discreta casi siempre, insensata y torpe de vez en vez. U ltimátum. Siento, en algunas oportunidades, que el tiempo para cumplir exigencias es insuficiente, y para otras, que su indefinición eterniza agonías.

Recorrido mañanero

Imagen
Viernes. Con un ambiente colorido, bueno, en realidad gris, pero con verde intenso en cerros, árboles y prado, suavemente iluminados por algunos rayos del sol del amanecer, empezamos este último día de la semana. Bonito.  Las jornadas han cambiado, un cambio radical por lo demás.  De recorridos viendo cultivos versátiles, cosechas de papa y zanahoria y siembras de arveja y fresas, he pasado a concentrarme en estudiantes, profes y papás. Todos con su afán o su parsimonia, con caras largas algunos, aburrimiento otros, emoción casi siempre en los más peques e indiferencia en la mayoría.  También me he fijado en los perros y sus amos… dominados y, además, en algunos deportistas, a veces me entusiasmo y me dan ganas de correr, al menos trotar, pero lo intento y en los primeros 10 metros se evapora la intención. Parece que no es para mí aquello de fatigarme.

Poco a poco

Imagen
Jueves ya.... casi un mes completo por acá.  Días de contacto con seres humanos diferentes. Cubiertos todos de la ya acostumbrada protección facial, sólo queda intuir caras y concentrarse en las miradas, pero se respira ya cierta ilusión de normalidad.  Muchos locales están cerrados, mucha gente está en la calle esperando bondad, generosidad, caridad.  Algunos restaurantes permanecen llenos, se percibe sensación de bienestar y alegría en los parques cercanos... Ha surgido una mezcla de intenciones de volver a la calle con miedo aun por la presencia del virus y las carencias e intentos de recuperación.  No está siendo fácil para muchos.

Todo puede ser más sencillo

Imagen
Miércoles, estamos ya a mitad de semana y antes de arrancar se me ocurre una vez más que lo mejor es reducir la velocidad, la intensidad y la exigencia.   No importa cuánto haya por hacer… todo puede esperar.  Total, hacia donde mire encontraré las nubes, me llamará el verde y disfrutaré las flores, están ahí, a pesar nuestro, siguen ahí.  

Septiembre se ha instalado y avanza sin tregua

Imagen
Martes, otra oportunidad para preparar los sentidos y hacer del recorrido una experiencia llena de sensaciones. Intento observarlo todo, admirar nubes y cielo, mientras que mi chiqui domina los olores y los sonidos.  Poco a poco hemos ido construyendo nuestra nueva vida urbana, nos esforzamos por aprender, por ver en contexto, con perspectiva, y valoramos nuestra compañía.

A veces me asaltan las dudas

Imagen
Lunes en los que parece que acabara de despertar de un sueño de mil años. Me dispongo una vez más a comenzar la rutina semanal, aquella en la que los pasos suficientes resultan ser terapéuticos, mi mejor manera de despejar la mente e imaginar que todo puede estar bien. La incertidumbre no falta, me roba tranquilidad y sosiego a veces... me arrebata la seguridad y la confianza, pero me propongo ignorarla y procurar que la vida transcurra plácidamente . 

Entre risas y sonrisas

Imagen
Semana de hacer memoria y recordar cómo fue aquel día. Lo tengo claro, de mis mejores instantes, aquel en el que por fin lo conocí. Un amor bonito, instant á neo y absoluto. Admirar el cielo despejado un sábado soleado de septiembre y disfrutar como si la vida fuera siempre de días brillantes. Así anduvo otra de las celebraciones cumpleañeras.  La más esperada. Todas las horas fueron pocas para hacer sus cosas y contarse una y otra vez todo aquello de lo que necesitan hablar. Es como si cumplieras trece y ¡zas! celebrar con torta globos deja de formar parte del ritual.  Los planes cambian y no queda más que aceptar que el tiempo pasó y que ahora sortearemos alguna batalla de vez en cuando, que la vida seguirá su curso y que surge la necesidad de una mirada diferente hacia el mundo. Espero sí que se mantenga la curiosidad por aprender cosas nuevas, que se aproveche toda la alegría posible, que se conserven las ilusiones y los sueños, y, por supuesto, que la confianza y la serenidad acom

Protagonista absoluto

Imagen
Con un magnífico brindis de frutos rojos, rodeados de la magia de la montaña y la cercanía de las nubes, empezamos la bienvenida de este nuevo año para el peque que ya se hizo grande.   En breve serán trece, varios años ya de quererte infinito vida mía.  No logro levantarte. Creciste, ya no eres mi chiqui, pero eres mi tesoro, el mejor, el más grande. Me ha gustado verte crecer, me gusta mirarte, encontrarme a veces, todo es más lindo desde que estás por acá.

La ciudad en movimiento

Imagen
Excepcional rapidez de algunos, van, vienen, desaparecen. Mediodía, hace sol y hay trancón en Bogotá. La gente camina, pedalea, vende en la calle, corre a tomar el bus, yo miro a la gente. Cada uno con su mirada. Huidiza, escurridiza, asimétrica y escrutadora. Adivino si están tristes o alegres mirando solo ojos. Lugares antes cotidianos me resultan ahora espectrales, pero de a poco vamos recuperando la ilusión. Las pérdidas, la nostalgia, la incertidumbre y los cambios pandémicos van dando paso a la recuperación, ojalá para todos.

Cemento y ladrillo

Imagen
La ciudad es compleja y cada vez más aterradora.   Parece que perdí la costumbre de andar por esta selva agreste. Creo que Bogotá me gusta e incomoda a partes iguales. No la extrañaba, pero tiene sus cosas, algunas que disfruto...  Porque en medio del caos, por fortuna encuentro parques que me resultan oasis refrescantes, nunca faltan. Los minutos pasan, se van sumando, unos tras otros, hasta que se acaba el día y no alcanza para mucho.  Así los días de vuelta a la civilización.

Cotidianidad

Imagen
Salimos muy temprano para llegar a tiempo. En el recorrido que separa nuestra casa del cole nos cruzamos con algunos corredores, otros caminantes y varios amos que caminan cabizbajos paseando a sus perros.   La ruta es entretenida y sencilla, sin ascensos todo fluye sin complicaciones y en 50 minutos, o por ahí, logramos la meta.   El regreso es ligero, pero con más ruido, más gente y muchos autos. Imprimo velocidad para llegar sin contratiempos a mis actividades… reuniones, trabajo y más trabajo de ese de bobaditas varias, correos cientos y chats miles… Así hasta la pausa para almorzar y dar la vuelta de sobremesa, en soledad.   La tarde más movida, asuntos varios, ir aquí y allá, a veces solo la quietud frente al compu.   Cae la tarde y otra vez en compañía en una cosa y otra.   Se va la vida, pero tratamos de aprovecharla.