Protagonista absoluto
Con un magnífico brindis de frutos rojos, rodeados de
la magia de la montaña y la cercanía de las nubes, empezamos la bienvenida de
este nuevo año para el peque que ya se hizo grande.
En
breve serán trece, varios años ya de quererte infinito vida mía. No logro levantarte. Creciste, ya no eres mi
chiqui, pero eres mi tesoro, el mejor, el más grande. Me ha gustado verte
crecer, me gusta mirarte, encontrarme a veces, todo es más lindo desde que
estás por acá.