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Mostrando entradas de enero, 2021

Cielo despejado

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Mañana de sábado bajo un azul intenso y un potente sol brillante.   Cerca de 17 km recorridos, varios de ellos en ascenso.   Me desubiqué un tanto, perdí el norte, pero disfruté al máximo el esplendor de la montaña y sus regalos.   Por acá quedarán las imágenes, aquellas que hablan de mi felicidad en el camino.  Fue muy, pero muy lindo... se me olvida un poco el mundo cuando estoy entre el verde. Me gusta la sensación, me encanta el aroma del bosque, adoro ver el vuelo de los pájaros y oírlos cantar alegres -porque solo puedo imaginar que están contentos-, me transporta a un universo de color en el que quisiera permanecer por largo rato.

Son esas pequeñas cosas

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Comprometida con la jardinería pasé la tercera semana del mes, una semana más cesante. Analizando la vida con la perspectiva que da estar rodeada de tanto verde, disfruté días bajo el brillo cálido de jornadas diáfanas en las que el cielo nos regaló maravillosos colores que me sirvieron para llenar el espíritu con dosis de entusiasmo e ilusión.... necesario para encarar este año que sigue siendo extraño.

Mirada interna

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Con este inicio tan "prometedor" de año, dedicada al egocentrismo puro y después de leer hace un par de días varios datos "random" sobre algunos personajes... Decidí unirme al juego, así que después del  se dice de mi  del finde pasado, acá estoy en mis propias palabras: Pestañeo mucho. Personas observadoras que me tienen confianza me lo han dicho. Personas observadoras que no me lo han dicho se han espantado, o al menos, incomodado. Algunas personas no lo han notado. Procuro ser simple y racional... a veces me cuesta, de hecho, pocas veces lo logro, bueno, no, lo logro cuando poco me importa. Procuro que pocas cosas me importen. No veo el peligro cuando está en frente de mi... pero en las noches de insomnio me doy cuenta de él, lo exagero y lo padezco catastróficamente. De vez en cuando oigo caballos galopando y me gusta, me trae recuerdos bonitos.  Me gusta también el sonido del agua, quizá es mi favorito, me encanta estar al lado de un río o en la orilla del mar,

Ahora si que sí

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El año comenzó en forma hasta hoy.  Se acabaron las vacaciones de Pancho y las de Daniel, yo sigo cesante por un tiempo más, pero aun así la actividad comenzó desde muy temprano... Decidí innovar en mi travesía, así que cambié el paseo caminando por un recorrido en bici, agotador por decir lo menos. Aquello de pedalear entre los cerros fue un verdadero desafío, no superado por lo demás... el descenso me asustó en demasía, velocidad creciente y corazón a mil, too much para esta joven de más de cuarenta, y las subidas, vaya, la fuerza no fue suficiente y el impulso tampoco.  Total, tuve que llegar con la bici de gancho, pero bueno, poco a poco, como todo.   En la tarde, mientras el sol acompañó, nos sentamos en calma, respiramos profundo y nos entregamos a la contemplación, no sin antes dar unos cuantos saltos en mi nuevo trampolín… así dimos la bienvenida a este nuevo año, uno que esperamos esté colmado de buenos y felices momentos, pero, sobre todo, saludables.

Se dice de mi...

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Antes era la “veci” de la chaqueta amarilla, ahora soy la loca del cerro, camino hacia atrás en bajada y voy todos los días p’arriba y p’bajo con ese par de palos. Me sorprendí con ese comentario de algunos señores que tomaban cerveza en la tienda de la esquina… después de un amable saludo, comentaron mis andanzas… jajaja  

Un ratito de naturaleza y tranquilidad

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Un espacio envidiable en el que disfrutar del verde es mi entorno en este período pandémico y cesante.  Retomando los paseos en la montaña he tenido pequeños momentos que hacen grande la existencia, al aire fresco, que es la gloria misma en este tiempo.  Avanzo absorta en mis pensamientos, a velocidad de crucero, pero con uno que otro sobresalto cuando me doy cuenta que perdí el rumbo o me sorprendo con las nubes, el crujir de los árboles al viento o alguna florecilla llamativa.  Estar con la brisa y el sol directo en la cara, tener la puerta siempre abierta al jardín y aprovechar tantos detalles coloridos y aromáticos, rebosantes de vida en la montaña, han sido de lo mejor para el verdadero comienzo de este año.