Al lado del río

En plan de reyes partimos al valle del Magdalena, a calentarnos con la brisa de la rivera y las altas temperaturas no muy lejos de acá.  Perdimos a dos coequiperos que prefirieron descansar a pierna suelta y no se sumaron al paseo, pero aun así pasamos felices.

Seguimos en la onda de pic nic para evitar contacto alguno y acertamos otra vez, estuvo nuevamente delicioso... El recorrido fue simple, bajar, bajar y ver cómo subía la temperatura, sentir aromas diferentes, olor a tierra caliente, a fruta fresca, y callejear por la zona colonial de Honda que está cada día más linda. Curiosamente, pese al sol intenso, no nos derretimos.  Caminamos desde cerca del medio día por un par de horas y todo anduvo fantástico.  Nos gustó mucho el trayecto, las fachadas coloridas, las callecitas empedradas, el ambiente tropical... Nos hacía falta ver otra vegetación y sentir otros aires, así que elegimos bien.  En la tarde dimos vuelta por Mariquita y de regreso por Guaduas… ir de pueblo en pueblo es lo mío, me gusta la sensación diversa que genera cada uno.  Antes de emprender el retorno disfrutamos la infaltable paleta en el parque, y sería todo, nos preparamos para volver al terruño.  Adoro viajar por carretera, el paisaje fue asombroso de ida … ir llegando al valle y ver el río a lo lejos es de locos y de regreso, cuesta arriba, también tiene su encanto, los pisos térmicos son fascinantes.




















Sucesos populares

Colectivo familiar

Sin rumbo fijo

―denota negación―