Veraniego y frugal

Sumergidos en un mundo verde, descifrando el olor de las flores, saboreando platos nuevos, huyendo del virus, festejando la vida con mis personas favoritas... así comencé la semana. Nos alejamos un tanto más de lo habitual, visitamos Guatavita y sus alrededores, comimos delicias de mi cocina  -pic nic nivel michelin- y disfrutamos el cálido clima sabanero que hoy nos regaló un brillo especial. 

En el camino nos entretuvimos con unicornios azules y otras fantasiosas ideas de la narrativa familiar, construcciones tragicómicas a cuatro voces que envidiaría cualquier nobel. Para el regreso endulzamos la tarde con un tradicional helado y ricas fresas cremosas, y sería todo, llegamos a planear la ruta de mañana.

Sucesos populares

Colectivo familiar

Sin rumbo fijo

―denota negación―