Cielo despejado
Mañana de sábado bajo un azul intenso y un potente sol brillante. Cerca de 17 km recorridos, varios de ellos en ascenso. Me desubiqué un tanto, perdí el norte, pero disfruté al máximo el esplendor de la montaña y sus regalos.
Por acá quedarán las imágenes, aquellas que
hablan de mi felicidad en el camino. Fue
muy, pero muy lindo... se me olvida un poco el mundo cuando estoy entre el
verde. Me gusta la sensación, me encanta el aroma del bosque, adoro ver el
vuelo de los pájaros y oírlos cantar alegres -porque solo puedo imaginar que
están contentos-, me transporta a un universo de color en el que quisiera
permanecer por largo rato.