Esto, aquello y lo demás también

Víctima de mis propias reflexiones, quizá me equivoqué, no solo yo, miles. Tal vez algo diferente habría ocurrido si hubiéramos sido un tanto pragmáticos. 

Por increíble que parezca, resulta que la sister llegó a los 45.... no se nota, lo sé, o se lo quiero hacer creer.... Pero no lo podemos negar, el paso del tiempo nos sorprende, pero nos sorprende felices, con muchas ganas de festejar lo que la vida nos regala. Por supuesto tan importante evento no puede pasar por alto, jamás, así que ayer nos dedicamos a lo que nos gusta, encontrarnos, reírnos, pedir deseos y celebrar. Lo logramos, pasamos felices desde muy temprano. Brindamos porque sean muchos más, muy saludables y divertidos. Sister querida, como siempre, espero que tengas un año estupendo, como el que mereces.  Muchas cosas bonitas seguirán llegando y esperamos estar cerca para disfrutarlas en compañía, como nos gusta. Te queremos al infinito.

Aunque el domingo terminó embarrado al cien, los bonitos momentos de la tarde de celebración quedarán para la posteridad.   No hicimos mucho, bastante poco en realidad.  Almorzamos y no nos paramos del comedor salvó por un par de fotos que tomé a los peques, ellos sí que se movieron. Lo demás serían risas, recuerdos, copas e historias varias en buena compañía.  No es mucho lo que necesitamos para estar tranquilos, en estado de relajación absoluta.  La vida está para llenarla de instantes felices y a eso nos dedicamos en un lindo día de la madre, muy festejado.   La lluvia no afectó la fiesta pero sí la salida... De no ser por las habilidades de la sister bajo el agua y en la oscuridad, allá estaríamos todavía, patinando en ese lodazal en el que se convirtió la entrada/salida de Talauta, pero qué más da!

Me encanta ser mamá. Lo digo y lo repito, porque aunque suene a lugar común, es lo más de lo más. Ocurrió hace casi 10 años. Llegaste a mi vida. Pasó que te amé con tal intensidad que me costaba dejar de mirarte. Resultó que desde que te sentí, he vivido emociones y experiencias insuperables.  Sucede que tus múltiples ocurrencias me fascinan, que el brillo de tus ojos contando historias fantásticas me llena de alegría, que el impulso de tus abrazos y los espontáneos "te quiero" le dan vida a mi corazón y eso, tesoro mío, lo vale todo .

A veces definitivamente creo que llego a mi límite... respiro profundo,  se me pasa,   lo intento de nuevo y recupero cierta esperanza. Supongo que así tiene que ser.  ¿Pero y si no?

Aunque he tenido pausas, algunas más largas que otras, desde que tengo recuerdo me ha gustado documentar mis días... en ocasiones con mucho detalle, otras veces de manera superficial y desde hace más de diez años, con imágenes y en público.  Me gusta recordar cómo ha sido mi existencia y a veces me gusta compartirlo. Repasar mis ires y venires hace que sea más consciente de mi lugar en el mundo, que entienda que en medio de lo absurdo e irremediable que tiene la vida, he sido más que afortunada.  Además, cada día la memoria es menos efectiva y no sobran las ayudas.

¿Será esa la cuestión? Ojos abiertos en la oscuridad, en medio de la noche. Una vez más, pensando.  Ideas y fantasías en el mejor de los casos, asuntos laborales casi siempre... Así, varios sucesos se agolpan en mi cabeza y discurren sin cesar, me quitan paz y envían mi sueño al otro lado del mundo. Minutos, horas, la noche entera sin descansar. 

La política y su entorno me tienen agobiada, la desilusión por lo que nos rodea me abruma y opaca cualquier esperanza de cambio cercano.  Por supuesto estoy convencida de que cada uno hace lo que corresponde y avanza o se estanca, pero me cuesta aceptar que las decisiones se tomen tan a la ligera, que no pensemos como sociedad. Corto plazo y egoísmo parecen ser el denominador común en estas tierras, y así es muy complejo crecer y vivir en armonía.