Esto, aquello y lo demás también

Nada drástico, simplemente una renovación necesaria, sencilla pero bonita y el resultado nos dejo contentos.

¡ Qué los sigas cumpliendo tan feliz como hasta ahora y que la vida nos permita seguir disfrutando el privilegio de compartir el camino!

Finde largo y anhelado... por fin un festivo para aprovechar, aunque no teníamos plan, salimos a disfrutar el verde, el campo y sus colores.  Estos días de descanso estuvieron bastante entretenidos, con un poco de todo y mucho de nada.  Estaciones gourmet, intentos de expedición aventurera frustrada por el clima, largas sobremesas y profundos sueños; nada sorprendente, pero justo y necesario para recargar energía.

La que parecía una semana normal, cambió de repente, sin previo aviso. Un alto en el camino después de unos días intensos, vino muy bien.  Así fue, la maratón  laboral de los últimos días se interrumpió con un espacio para aprender  y cambiar las frías lluvias por un tanto de sol, nada mal para terminar la semana. Todo anduvo de maravilla, tanto así que incluso me regalé paseos por las calles amuralladas, disfruté placitas coloridas, recorrí los caminos de siempre sin prisa, sin destino, curioseando, descubriendo sonrisas varias por ahí y una que otra cara de agobio también. Sin compañía los trayectos son diferentes. Y por supuesto, el par de días tuvieron su toque peliculero... Por poco  tengo que partir al aeropuerto caminando, cosa de reinas.... pero lo logré, alguien me rescató y aquí estoy! Todo listo y cerrado para el desfile de reinas, y yo sin enterarme.