Esto, aquello y lo demás también

Por casualidad encontré abierta una terraza y me entretuve con el museo y los transeúntes de la zona, desde otra perspectiva... una que también me gustó.  La foto no hace justicia, es de mi celu, pero el lugar y las historias que se pueden imaginar alrededor, valen la pena!

Aunque el tiempo parece avanzar cada vez más rápido, es increíble como después de tantos años, más de treinta, algunos instantes permanecen...  Ayer disfrutamos de un maravilloso día de sol y un menú sencillo y ligero, perfecto para compartir y amenizar con recuerdos y risas .  Mientras los peques se divirtían en total libertad, explorando y jugando por ahí, independientes y felices, la encantadora   Alicia nos regaló mil y más sonrisas. ¡Vuelvan pronto, los queremos un montón!

Vive imaginando cómo podrían ser las cosas en el universo y sonríe de solo pensarlo... aunque su mente se llene de monstruos y zombis terroríficos, la posibilidad de crearlos mentalmente, le divierte.

Sin motivo alguno, con ganas únicamente de encontrarnos y disfrutar una tarde de relajo, tuvimos un San Valentín de asado… auténticamente colombiano. Esta vez no hubo choripán ni ensalada (bueno, si hubo y no comimos), y los parrilleros, aunque tarde, estuvieron a la altura de la ocasión y nos prepararon delicias del BBQ criollo.  El clima estuvo increíble y los peques anduvieron tranquilos y felices, divirtiéndose por ahí.   Así valdrá la pena repetir... cuanto antes, mejor!

Una magnífica mañana, ideal para cosechar y llenarnos de sol.