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Mostrando entradas de septiembre, 2022

Acontecer diario

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Empiezo recorrido . En medio de un bosque, cerca de un camino vacío, veo la tierra húmeda con detenimiento. Avanzo despacio entre pinos y eucaliptos, me gusta reconocer las plantas que encuentro, intento descubrir el olor que desprenden en la mañana y mientras tanto persigo sombras que aparecen en el suelo cuando el sol asoma. Sobrevivir en época de inflación . Disfrutar las legumbres en todas sus formas, caminar más que siempre, comer más en casa, confundir al destino con trucos simples y asumir las circunstancias con optimismo, cero exotismo en esta temporada. Emprender actos audaces . Todavía nos damos el lujo de jugar en los columpios y en el balancín, montar en el aparato aquel que gira y soltar unas cuantas carcajadas por mi escasa habilidad para trepar. Posibilidades infinitas . Fantaseo con vivir en el campo, en nuestra casita, con ir poco a la ciudad, sólo cuando surja algún plan con amigos, un restaurante que conocer, una obra que ver, un concierto o una peli que sí o sí de

Conversaciones internas

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En los recorridos que hago a diario mi cerebro murmura dudas, uno que otro miedo y un montón de sueños e ilusiones. También me pone en plan actriz, protagonista y todo, y en una completa aventura de la imaginación me sorprende con historias que ya quisiera cualquier guionista... Lo malo es que me juega la peor de las pasadas y hace que me olvide rápido del asunto, me distrae con cualquier hoja al viento.  Atrás de un escritorio con pocos papeles, tomando café, de pronto el espacio se llena de gente y de voces… y hasta aquí la productividad, señores. Instantes quedan grabados de forma indeleble y generan desencanto, una sensación de sinsabor que incendia por dentro y transforma. Se materializa así una especie de violencia que se asoma en palabras o en gestos... es la frustración de no conseguir lo que se quiere. Me he rendido a tentaciones mundanas, las más básicas incluso, y aunque ansío ser una persona evolucionada, reconozco mi humanidad y las limitaciones que ello implica, estoy a

Y tan felices … otra vez

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Después de una semana caótica, desenfrenada y excesiva -bueno, en realidad no fue tan así, exagero cuando algo no me gusta-, superamos la supuesta enormidad de asuntos laborales problemáticos y su supuesta importancia… y dimos la bienvenida al finde. Me gusta terminar semana porque evitamos el exceso de racionalidad e intentamos que el trabajo no ocupe mucho de nuestro espacio mental, así, nos dedicamos a disfrutar nada más. Era sábado y la mañana se cambió sobre la marcha. Nos fuimos de plan caminante al pueblo, de compras a la plaza de la cultura.  Nos antojamos de todo, del queso de cabra con ají guajiro, del pan de garbanzo con quinua, del aceite con CBD, de la siracha con rocoto… Lo hubiese comprado todo, pero agotamos el efectivo y partimos de regreso. El frío del amanecer por fin empezó a desaparecer, se abrió el cielo y sentimos intensamente los rayos de sol en el ascenso de vuelta.   Afortunados bajo el cielo brillante, con algunas nubes bellísimas -tengo obsesión con las nube

Todo menos inmovil

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Así el clima en estas latitudes. Los despertares de esta semana han estado helados, plomizos, encapotados, el tiempo no se decide, como yo. De las sombras del amanecer hemos pasado a instantes brillantes y despejados, con agua a ratos, algo de brisa y también un poco de sol.  De todo como en botica. Esta semana el sol después de la lluvia iluminó las calles del barrio. Habitar y trabajar cerca de los cerros me gusta, ese verde que a veces se esconde entre la niebla, detrás de las nubes que de alguna manera lo protegen, está siempre ahí, siempre y de vez en cuando los cerros aparecen imponentes e iluminados. Mientras el ambiente da muestras de su bipolaridad, en mis recorridos caminando o en auto hasta la oficina, he estado inmersa en profundas meditaciones, concentrada al volante, claro, pero elevada a veces con muchos pensamientos irracionales, otros divertidos. Avanzo creando imágenes que tal vez me explican asuntos sobre mí misma porque a esta altura todavía hay muchos que todavía

Mucha empana’

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En nuestro hogar la chilenidad se celebró como corresponde.  El domingo pasado despertamos con cueca, que a nadie le gusta.... pero, había que ponerse a tono con la ocasión. Almorzamos con empanadas de pino, vino y anticuchos y celebramos con entusiasmo las fiestas patrias.  Esta vez nada se interpuso, aun cuando llovió un tanto y cambiamos el escenario de la fiesta. Así fue, bien acompañados, brindamos y pasamos un día contentos con Chile en el corazón. 

Mi mundo en los días de esta semana

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Recuerdos aleatorios de los días que pasaron recién con el correspondiente, aunque incompleto, registro visual. Lunes.  Despierto, me estiro, abro la ventana, necesito renovar el aire desde temprano y por fin terminaron la impermeabilización de una parte de la fachada del edificio… ya no me asfixia el plástico que cubría el vidrio. Salimos, nos mezclamos con la gente que corre o camina haciendo ejercicio, con los que salen a su trabajo y con los que se instalan en sus puestos informales. Son muchos los madrugadores, los atravesamos con cuidado, veo a cada uno, y creo que ellos cada día me ven, es nuestra manera de empezar el día y fue lo más entretenido de la jornada de aquel inicio de semana. Creo que lo demás fue rutina laboral y poco más.   Martes.  Salimos y como siempre vemos el cielo a ver si descubrimos la luna o alguna forma interesante en las nubes que aparecen a esa hora. La luna está perdiendo su plenitud, creo que está entrando a menguante, bueno, ni idea, poco conocedora d

Lugares que huelen a verde

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Intensas gotas de lluvia presagiaban tormenta, pero se fueron desvaneciendo poco a poco, dejando escuchar el silencio del campo sereno. Tuve suerte y salió el sol. Anduve por una interminable cuesta bajo el cielo brillante con un camino rodeado de moras silvestres y curubas maduras. Como siempre, entre sorprendida y maravillada por un paisaje deslumbrante. Sin embargo, mis ágiles movimientos iniciales empezaron de pronto a enlentecerse.  Intenté deshacer la distancia cuando comenzó a faltar el aliento, fue tarde, regresar por el mismo camino parecía más desafiante que avanzar y buscar otra salida. Lo logré. Desde allí arriba, depende de cómo se mire y se asuma el plus de riesgo que da emoción, el tiempo se gana, se conquista y enriquece la mirada con una mezcla de calma y sobrecogimiento. Una porque es posible un instante de contemplación sobre la roca elegida, reinaba la paz en medio del sonido de la naturaleza, otra, por el abismo imponente y peligroso que se adivinaba. No siempr

El tiempo corre

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La mañana de un día como hoy, pero de 2008, aterrizó en esta dimensión mi persona favorita, brillante y amorosa. Aquella que de experimentos sociales a experimentos narrativos no deja de sorprender y entretener, la misma que ha ido dejando atrás el mundo de fantasía e inocencia y la que siempre ha disfrutado al cien reírse de sí, del mundo y de mí también, claro. Es la mejor compañía, cuando quiere acompañar; el mejor conversador cuando se desprende de la vida solitaria con audífonos; propenso a la alegría, hiperbólico, agreste y bastante salvaje también; es una luz en nuestra existencia y además un adolescente, muy adolescente, pero casi siempre fascinante, que nos ha enseñado a ver el mundo con otros ojos. Su mirada es más divertida, sin duda. Y sí, un día crecen, y sí, ya pasaron 14 años… han sido fantásticos. Te quiero siempre, corazón y hoy es día de fiesta.

Cambio de planes

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Un finde diferente, en la ciudad como hace mucho no. Disfrutamos un sábado cálido y brumoso en el que innovamos menú para el almuerzo, compartimos delicias italianas y muchas risas en un restaurante que no conocíamos. En la noche fuimos al teatro, a un concierto de Pedro Aznar que estuvo fantástico. El sonido, la interpretación, la música, las letras, el público, todo fue maravilloso, nos encantó. Ayer nos levantamos muy temprano para ir a Monserrate, quería subir caminando y había convencido a Pancho para que me acompañara. Llovía un poco, pero eso no nos detuvo, sin embargo… era domingo y no sé por qué pensé que sería buena idea ir cuando el resto de la humanidad tiene el mismo plan.  Llegamos pasadas las 6:00 am y fue tarde, sí, increíble, pero los planes por estas tierras comienzan de madrugada.  No consideré todas las variables en mi propuesta deportiva y pues nada, no conseguimos estacionamiento y tuvimos que desistir. Definitivamente el destino está sujeto a tantos factores que

Vida diaria

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¿Qué ha pasado últimamente? No tanto, no mucho, lo de siempre. Alegrías simples. Los días desde el finde anterior, viernes en el que un reencuentro amenizó la noche.  Copas, brindis, risas, conversaciones habituales, pero con otros interlocutores.  No les he perdido la pista a mis amigos de la uni, pero si los he dejado de ver. Los extrañaba, así que estuvo de maravilla. Mucho que pensar y mucho que sentir para terminar la semana. El sábado, después de poquísimas horas de descanso, partimos rumbo a nuestro rincón. La jornada estuvo gris y la mañana anduvo en quietud total. Estirada sobre la cama, con la mirada en el techo, intenté concentrarme en algún podcast, quizá dormí un poco, no sé, el tiempo se esfumó. Después, aun cuando amenazaba la lluvia, nos fuimos de plan a Guasca. Encontramos un almuerzo delicioso y un lugar con chimenea en el que nos quedamos a escuchar el agua caer. La tarde estuvo helada, pero bonita.  En palabras del joven, valió la pena el desplazamiento, la pasamos

Collage

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Espero el finde para disfrutar la calma, la lentitud de las horas.  Mis intenciones llegan a no hacer absolutamente nada y disfrutarlo, porque me gusta sentir que hay tiempo para todo, aunque sea solo una ilusión. He retomado mis paseos sin rumbo fijo en las primeras horas del día.  Después de dejar a mi hijo en el cole empieza mi aventura urbana.  Conocí esta semana un nuevo ciclopuente que me está gustando bastante. También he vuelto a las infusiones en la mañana y en la tarde. Exquisitas hierbas y frutas mezcladas para calentar un poco las jornadas. Creo que últimamente no me tomo tan en serio lo que pienso, solo pasan por mi mente ideas, a veces brillantes, al menos momentáneamente. Ah y también permito ligerezas de cuando en vez, me divierto con bobadas con frecuencia. Hemos tenido caminatas con conversaciones improvisadas. De la nada surgen palabras que hablan de esto y aquello, narraciones pausadas que atenta escucho y pausas posteriores en las que a veces expreso ideas

Llegamos a septiembre

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Expectantes. Nuevo año escolar. Comenzamos mes y llego dispuesta a dejarme sorprender. Aprenderé a disfrutar la incertidumbre y lo que surja minuto a minuto, sin presión ni estrés anticipado. Me mantendré contenta y vibrante, agradecida por lo que ha sido, confiando en que todo seguirá bien. Asumiré el comienzo del año del joven como un impulso más, sin ser muy ambiciosa, con objetivos modestos que quizá cumpla. Poco a poco y a mi ritmo, todo irá sucediendo. Disfrutaré de cada día sin presiones porque sí, porque se me antoja. Desearé con la fuerza de mi corazón que los asuntos que se han complicado tomen el rumbo adecuado, cuidaré lo que esté a mi alcance y esperaré que la vida nos muestre su mejor lado.