El tiempo corre

La mañana de un día como hoy, pero de 2008, aterrizó en esta dimensión mi persona favorita, brillante y amorosa. Aquella que de experimentos sociales a experimentos narrativos no deja de sorprender y entretener, la misma que ha ido dejando atrás el mundo de fantasía e inocencia y la que siempre ha disfrutado al cien reírse de sí, del mundo y de mí también, claro. Es la mejor compañía, cuando quiere acompañar; el mejor conversador cuando se desprende de la vida solitaria con audífonos; propenso a la alegría, hiperbólico, agreste y bastante salvaje también; es una luz en nuestra existencia y además un adolescente, muy adolescente, pero casi siempre fascinante, que nos ha enseñado a ver el mundo con otros ojos. Su mirada es más divertida, sin duda.

Y sí, un día crecen, y sí, ya pasaron 14 años… han sido fantásticos.

Te quiero siempre, corazón y hoy es día de fiesta.





Sucesos populares

Colectivo familiar

Sin rumbo fijo

―denota negación―