Nuevos aires
Frente a mí unos pensionados que toman café, parece que a diario; una pareja que en breve devora una torta de chocolate, ella se lleva la mejor parte, y cerca de la puerta, a mi izquierda, unos turistas provenientes de una latitud lejana, no entiendo absolutamente nada de lo que dicen. Imagino vidas extraordinarias de esta gente común y rodeada por ellos, ahora personajes de best sellers, en una tarde de lluvia -otra más-, repaso tiempo y espacio. Unos días veraniegos en la intensa y contradictoria Cartagena. Muy visitada por turistas de todos lados, pero profundamente colombiana. Sus calles pequeñas y coloridas en la ciudad colonial y la brisa cálida de su mar caribeño nos dejaron lindos recuerdos en el mes que termina. Otros instantes en Subachoque, frío y tormentoso, pero verde, boscoso y fascinante. Mi lugar favorito siempre. Y la gran ciudad, hostil, insegura, congestionada, pero mi sitio. La siento gris últimamente, adolorida, pero seguirá siendo mi espacio habitual y todavía