Entradas

Mostrando entradas de enero, 2024

Enero y sus cosas

Imagen
Todo cambia una vez más, un año más. Días en los que el sol se fue más tarde y la ciudad se llenó de humo.   Arranque prodigioso . Si bien lo más singular, y sobre todo más significativo, cuando anduvimos de vacaciones, estaba en el nivel histórico y cultural, y también arquitectónico y natural de nuestro destino, lo cierto es que caminar juntos a diario, compartir tiempo y espacio mientras nos íbamos sorprendiendo con cada cosa que veíamos, fue lo que hizo estupendo el comienzo de año. Memorable . La belleza de la naturaleza. La emoción de contemplar amaneceres y atardeceres coloridos en estos días veraniegos en la tierrita, el impacto de aquella tarde en Porto en la que el cielo mostró majestuosamente muchos tonos antes de alcanzar la oscuridad, la sorpresa de la neblina que emanaba del río, esa que se veía como un espejismo desde lejos y dejaba ver los colores de las casas, haciendo que esos amarillos y rosados se vieran particularmente especiales. Pasos. Puedo decir, con orgullo y

Cotidiano

Imagen
Adoro pasear, tomar vino y fotos, escribir, leer, oír música, me encanta caminar, comer rico y conversar. De todo eso se nutre mi finde cuando es ideal. Así estuvo el que recién terminó y además con un calor inusual y preocupante. El fenómeno del niño se puso serio y desde hace tres semanas, o más, no cae una gota de agua por acá.  Del viernes gourmet y cumpleañero, pasando por un sábado  perezoso con un recorrido corto y un almuerzo parrillero que tuvimos que hacer  bajo la sombra del sauce, a un domingo con desayuno en el pueblo, con amigos y  familia, y un ascenso un poco más largo.  Es bonito reencontrarse, reírse y brindar por los buenos momentos, por aquellos compartidos hace mucho y por los que vendrán . En la mañana de domingo una vuelta al parque mientras nos íbamos a tomar changua en compañía. Apasionada como soy de las flores, me cuesta describir la emoción que me produjo volver a tener dalias blancas en el jardín. Hace un par de años que dejaron de florecer. Se hicieron e

Lo que viene siendo la mañana

Imagen
Oigo a los caballos, están cerca, también al viento, sopla fuerte, mueve los árboles de lado a lado, anuncia su llegada, a veces sutil. Los pájaros dejaron de cantar, pero están volando alborotados. Las nubes se mueven de acá para allá, se desvanecen, y el cielo sigue muy, muy azul. Estoy tomando una copa de vino blanco muy frío y siento el sol ardiendo en mis piernas. Me gusta la sensación.  Pienso. Me enredo en asuntos, unos frívolos y otros profundos. De uno a otro paso sin mayor concentración. Vuelvo a aquello que he olvidado, y viajo al futuro, imagino instantes y los disfruto, recuerdo historias ajenas. Me gusta la inmensidad, por eso los cerros y la cima… darme cuenta de lo ínfima que soy y lo mucho que siento. 

Veraniegos días de enero

Imagen
Asuntos en desorden mientras deseo con intensidad que se apaguen los incendios que están acabando con todo… el sol sigue furioso, se instala y pega fuerte y el viento no se quiere quedar atrás. No ha sido fácil.  Me encanta andar por la calle en esta época del año, cielo azul, aire fresco, tardes largas, y el calor que hace que la gente esté un tanto más relajada… aunque algunos también andan agobiados por los más de 21º a los que no estamos acostumbrados…. Pero, pero, el ambiente está sucio ahora, el fuego ha contaminado la city y respiramos partículas tóxicas. Así está la cosa. La vida me atropella no más. Así como si nada uno se va enterando de novedades en todos los frentes. La ingenuidad me posee todavía. Definitivamente con algunos años más, sigo siendo la misma inocente de siempre. Releo las entradas que escribo por acá, veo las fotos del paseo portugués y puedo ver nuestros días pasando como en una peli, una que fue boni

Estoy lista

Imagen
Quiero creerlo, que así sea, otro año laboral que comienza y que agradezco. No me puedo pensionar todavía ni vivir de la renta, tengo que trabajar, es una realidad. Ha terminado la avalancha de emociones y riquezas del paseo intenso, ese que fue una alegría de principio a fin, ese que permanecerá en la memoria; terminan también los días de campo sin horarios, de desconexión; vuelve una vez más la rutina cotidiana. Después de un comienzo de año excepcional, estoy preparada para lo que viene…. Aun cuando percibo una sensación de caída libre. Asumiré con amor y compromiso mi tarea, daré lo mejor sin drama de por medio. Intentaré no agobiarme porque no todo es a mi manera, es lo que es, no será perfecto, pero será lo mejor que puede ser con lo que tengamos cerca. Así, así quiero comenzar y espero continuar. No me dejaré consumir por el trajín del trabajo, pero quedarme entre páginas y árboles viendo el baile de las nubes no es opción… son casi cinco años ya de planes, indicadores e infor

Socialité

Imagen
Con menos intensidad que en el cierre de año, los calurosos días de 2024 han llegado con algunos encuentros de celebración. Desayunos, cenas, cafés, almuerzos, muchas preparaciones gourmet, propuestas pasteleras y un poco de todo en la mesa para reunirnos de nuevo, festejar cumpleaños, contarnos los últimos días, hablar de la vida, de los cambios, del amor, desearnos un buen año. Buenos ratos en buena compañía, de algunos tengo fotos que dejaré por acá, otro par quedará en la memoria porque no hubo registro.  Risas en una noche de parrilla árabe conversando de lo humano más que de lo divino y del sueño, los sueños y las casualidades, esas que a veces se pasan por alto. Tres gatos devorando platos y oyendo historias de semanas recientes, de todo aquello que enciende emociones y también de cotidianidad y cambios recientes. Desde que conozco a mis amigos han pasado muchiiiiiisímas cosas y siguen pasando, obvio, pero ahí hemos estado y seguiremos para lo que sea necesario. Un almuerzo camp

Melódica e inspirada

Imagen
Después de profundos y bonitos sueños desperté con frío polar. Congelada pensé en la sequía inquietante. Amo los días azules y el brillo del sol que resplandece en los cerros, pero siempre me asusta un poco que deje de llover. Un amanecer reflexivo. Adentrarse en el singular universo campestre, ambientado con el viento intenso y el canto de los pájaros que algo estarán comunicando, es luminoso y musical. Así he sentido el sábado. Después de un rato en la mañana urbana, llegamos a nuestro pedacito de paraíso y el día, que anunciaba frío y sombras, se tornó en una tarde clara y soleada. Se nos hizo tarde preparando la pasta, vimos peli entre medio, comimos dentro de la casa porque el sol estaba muy picante. Casi acabamos las existencias de vino, otra vez. Un almuerzo tardío con chocolate de postre nos regaló un instante maravilloso de risas y relajo. Me gusta oír a los pájaros, no los veo siempre, casi nunca, pero los siento y es como si me conversaran sobre lo bien que se está por acá

Estar

Imagen
A veces no necesito ni quiero nada más. Me entretengo con la florescencia del jardín, sus secretos y sus rebeldías. También con la compañía de las dogas y su emoción cuando vamos a dar paseo hasta la puerta; es curioso, saltan y ladran como si no estuvieran siempre al aire libre. Hay días así, en los que no quiero mucho más que levantarme, desayunar, caminar descalza en el jardín, contemplar el verde profundo en la mañana, la luz suave de la tarde y vivir.  Días sin prisa, sin horario. Con frecuencia pienso que mi vida ideal está en este pueblo.

Todo eso y poco más

Imagen
El mar me gusta siempre. Amo el azul infinito, el sonido de las olas, ese ir y venir que calma. Tal vez fue esa una razón más para haber disfrutado tanto el paseo. El mar, el río, el frío sol, la niebla, la brisa salina, los estuarios, definitivamente Porto y sus alrededores nos ofrecieron un escenario ideal para comenzar año. Pequeños y grandes miradores, paisajes, sonrisas, gentes de muchos lugares y culturas en un invierno suave con árboles deshojados, un poco de oscuridad y algo de frío, nada muy extremo. Calles empinadas, interminables subidas y bajadas, casas de colores, barrios pastel, tiendas de todo y para todos. Muchos restaurantes y terrazas, mucha música, librerías, arte callejero, galerías, azulejos. Mercados, techos altos, escaleras irregulares, enormes puertas de madera, kilómetros de senderos para caminar al lado del río o del mar. Dados de helado, aromas de chocolate. El puente por arriba y por abajo. El milagroso atardecer con matices rosa, violeta y naranja, increíbl

Sintra

Imagen
  Despliegue de energía. Tuvimos una larga, intensa y muy divertida caminata subiendo la sierra, o a un monte, uno del que no recuerdo el nombre. Íbamos camino del Palacio de Pena y nos desviamos al Castillo de los Moros, todo esto en medio de un cerro con bosque, empinado, muy verde. Muchos avisos indicando la ruta, pero al parecer no era la forma apropiada de llegar, ni la más rápida, ni la más cómoda. Fue desafiante y muy entretenida.  Eso después de haber visitado con detenimiento la Quinta da Ragaleira que al joven le fascinó.  Pasamos un día genial en Sintra, nos lo caminamos todo, o una gran parte, nos reímos y almorzamos deli.