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Mostrando entradas de abril, 2023

Despedida al aire libre

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De la luz intensa de una mañana primaveral, pasando por el gris repentino en un mediodía lluvioso, al atardecer veraniego con el sol brillante. Así, en medio de un clima que no se decidía, hicimos pausa. El tiempo de los correos, chats, teams y de los informes se detuvo. Nos reunimos en el campo. Una suma de personalidades, gustos, orígenes, maneras de hablar, de callar, y muchas formas de entender la vida… diversidad e inclusión en pequeña escala. Fue maravilloso tener un pequeño cambio de escenario, fue estupendo recibirlos en mi casa. Fue un adiós sentido… desde el abrazo, las palabras sinceras, el aplauso. Mucho tiempo compartido, muchas cosas dichas, puntos de vista diversos, entender que funcionamos, sentimos, reaccionamos de manera diferente.  Navegar la adversidad, atravesar la pandemia, resistirnos a la presencialidad, ordenar, categorizar. Conversar para intentar mejores decisiones. Con mayor o menor acierto trabajamos siempre procurando lo mejor… y con seguridad seguiremos a

Hacía dentro

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Como en primavera floreciente, disfruté una tarde del lento discurrir de las horas, embargada por un sentimiento de plenitud en mi caminata después de la sobremesa. Una ligera sonrisa en los labios y dejar pasar el tiempo en un lento y apacible viaje introspectivo. El tiempo, la vida, sus circunstancias, abandonada a la fantasía, a los sueños, a los recuerdos… un par de horas observando el entorno, en medio de reflexiones de todo tipo.  Con frecuencia me basta con saber que el cielo es mágico, que las montañas se iluminan con la luz del sol, que las flores enriquecen la vida con color. La naturaleza a veces me hace sentir un poco más feliz.

Colores veraniegos

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Se escapó la semana santa, regresamos, volvimos a la rutina laboral, avanza el mes, termina... pero ahora que veo fotos recuerdo lo que fue. Me quedé en el lunes, pero cada día tuvo su afán. El martes estuvimos de paseo en Filandia. A pesar de su cielo nublado, pese a la lluvia torrencial y al frío inesperado, nos encantó. Anduvimos por sus calles de colores, tomamos café suave y aromático, compramos flores, almorzamos con algo de picante, nos reímos, nos mojamos y regresamos. El miércoles anduve de caminata, un ascenso no muy inclinado, pero exigente.  Bajo un sol pálido tuve jornada de inmersión en la naturaleza. Me gusta siempre estar en medio de pájaros, el aire libre en un entorno verde y limpio es uno de mis lujos favoritos. La mañana voló, sin darnos cuenta estábamos sentados con un plato de frijoles y muchos patacones en frente.  Fuimos en la tarde a Manizales, estuvimos de compras, nos entretuvimos en un par de tiendas, nos antojamos de todo, no hubo mucha acción. Volvimos al

Procurando pausa

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Lunes laboral que me tomé a medias. Anduve 14 kilómetros de paseo, La Trinidad, Venecia, la ruta de la vecindad con pequeños ascensos, mucha agua y el canto de los pájaros de compañía. Así las primeras giras del día. Me encomendaron recoger los huevos de la semana en el camino. Una tarea sencilla que resultó todo un desafío. Iba como vapor desvaneciéndome en la ruta, atenta al camino improvisado, deshaciéndome con suavidad del cariño del perro de la finca que sutilmente tomó mi tobillo porque le parecí una desconocida usurpadora. Temí fracasar estrepitosamente… el paso por la quebrada y su puente hechizo, el movimiento cuidadoso de mis pies, la mirada al frente, y la tensión en los brazos sujetando la bandeja de huevos. Lo logré, acalorada y temblorosa llegué. Misión cumplida.  La tarde estuvo soleada, súper veraniega, así que después de una fantástica ensalada de camarones y una copa de vino, me dediqué a leer, trabajé un poco y seguimos con  Better call Saul … dos episodios… ni u

Tiempos revueltos

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El dos de abril, domingo de ramos, empezó para nosotros el receso de semana santa... Nos subimos al auto y arrancamos con destino a nuestro lugar de veraneo del último año, Palo Santo. Paseamos entre las montañas e hicimos pausa para comida de carretera. Pero fue diferente a lo que ha sido. Espirales haciendo ruido con combinaciones irracionales, así, por decir lo menos. Así fue el comienzo del paseo semana santero. Salimos de madrugada, después de una fiesta de cumple en la que nos divertimos mucho. Avanzamos sin novedad hasta Villeta. Después los pare siga empezaron a aparecer y el recorrido que habitualmente hacemos en 45 min, nos tomó cerca de dos horas. El desayuno se aplazaba y el hambre aparecía. Mientras pasaba el trancón comimos piña con palitos, muy exóticos nos sentimos. Legamos por fin a Guaduas, finalmente a desayunar, pero el lugar al que íbamos estaba cerrado y el cambio de planes nos llevó hasta Honda. Dimos vueltas por el pueblo, una, dos, hasta tres y casi cuatro. No