Una boda de cuento. La emoción de celebrar una bonita unión es siempre un suceso maravilloso, pero que el matri que celebremos sea el de mi sister… eso ya son palabras mayores. Con un día estupendo, en el que la lluvia y las nubes tímidamente abrieron paso a los atrevidos rayos del sol, nos encontramos a festejar, a compartir la alegría que significa que Diana y Gerardo hayan decidido recorrer un camino juntos. Sin muchos preparativos, casi sin previo aviso, ¡llegó el día! Una puesta en escena sin igual para presenciar una sencilla y pequeña “ceremonia” en la que los novios estaban expectantes y contentos, sus miradas reflejaban el amor y la ilusión de una nueva vida acompañados. Mientras tanto, los invitados sonrientes, esperaban el “Si, acepto” o algo así... mi má, más que feliz, estaba absolutamente emocionada y nosotros, entusiasmados, disfrutábamos el gran acontecimiento. Así fue, en medio de la informalidad y la alegría, alejados de cualquier pr