Aburrida

En sábado y domingo disfruto el tiempo ideal y de lunes a viernes me toca la vida real... con su tráfico endemoniado que frustra muchos de mis planes, con caras largas y muchas de amargura que agobian al más risueño de los mortales, con horas inútiles que bien podría dedicar a nada.  Por supuesto, en medio del caos y el aburrimiento eventual, también hay instantes de emoción total, escapadas, risas y reflexiones que me mantienen a flote y me hacen valorar más aquellos instantes: El escaso tiempo con el peque, almuerzos ocasionales en buen compañía, recorridos cómodos y entretenidos hasta la office, pequeños desafios profesionales, conversaciones inesperadas, en fin... el balance no es para nada malo, pero podríamos invertir la cantidad, ¿no? 

Sucesos populares

Colectivo familiar

Sin rumbo fijo

―denota negación―