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Mostrando entradas de marzo, 2024

Cambio y sopresa

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Acá, los rayos de luz que pasan tras el cristal de la ventana marcan el ritmo de cada tarde. Allá, el canto de los pájaros que se desvanece hasta alcanzar el cri-cri de los grillos anuncia el final del día. A veces la luz del atardecer entra de una manera especial que lo inunda todo. Acá y allá. Se acaba marzo, también la semana santa. 

Hacia la luz

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Otro día cualquiera, temprano Uno de esos días como hoy Miro el cielo, el pedacito de luna Y sí Me quedo absolutamente hipnotizada

Instantáneas de Palo Santo

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Un breve inventario semana santero que comenzó con el vino del viernes, precumpleaños de Pancho. El día señalado partimos temprano, madrugamos con equipaje listo y meriendas suficientes para llegar a destino sin detenernos.  Sin embargo, después de las primeras porciones de fruta, hicimos pausa para probar un pan de maíz que parecía recién salido de dos inmensos hornos de barro a orilla de la carretera.  Lo más fresco no era el pan sino el pan de bono y pues por eso nos inclinamos.  Avanzamos otro tanto, pasamos la entrada a San Juan de Rioseco y como nos había hecho falta el café, nos detuvimos en un mirador, la Esperanza, a seguir comiendo, con lo cual, en menos de tres horas ya habíamos tenido al menos tres desayunos. El recorrido estuvo largo, muy largo.  Toda la ciudad salió a buscar descanso y las carreteras estaban repletas. Pancho llegó con un año más, sumando kilómetros en la ruta y extenuado. Nos encontramos en Bosque lluvioso para almorzar. Empezaba el calor, pero cerca de u

Escapada playera

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Un finde de marzo que comenzó en la tarde del viernes corriendo al aeropuerto y terminó el domingo a alta velocidad hacia el avión, uno que por fracciones de segundos casi despega sin nosotras. Nos instalamos en nuestras sillas algo sudorosas, morenas y creo que aún repletas de arena… el precio de andar de juerga a estas alturas de la existencia. Iré hacia atrás en el recorrido… porque sí, porque por qué no! Antes de correr estuvimos risa va, risa viene, una foto antes de dejar nuestra morada temporal, otra más, una conversación ligera sobre cualquier frivolidad, y así hasta que nos dimos cuenta de que si no aligerábamos el paso, el plan de regreso cambiaría drásticamente. ¡Irresponsable! ¡Culpable! Sí, esa fui yo, no calculé bien, en realidad no calculé. A la deriva, como muchas de las cosas que hago, confiando en que el azar y el devenir estén alineados y bueno, no salió mal. La tarde dominguera anduvo de reposo, hicimos una pausa breve bajo el ventilador, intentando superar la ola d

Ayer, lunes metropolitano

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Abrí los ojos antes de que sonara el reloj. No volví a dormir. Desperté de un sueño perturbador en el que el aire me faltó, pero curiosamente la asfixia no bloqueó del todo mi respiración, me dejó buscar una salida pronta del lugar —uno que no identifiqué—, y mientras tanto vi fragmentos de los últimos días a todo color, no solo días de mi vida, del acontecer del mundo. Una fantasía que resultó frenética y excesiva. Intenté recordarla lo más fiel posible a lo ocurrido mientras llegaba a la oficina, pero los detalles, los que más impactan, siempre se escapan.   La temporada de azules veraniegos continua, seguimos a la deriva bajo un sol que resplandece. Aunque hoy el día comenzó gris, la dicha de un cielo sombrío duró poco, en la tarde volvió el calor.   La jornada del día tuvo conversaciones varias, de todo tipo: relajadas, divertidas, laborales; un almuerzo de confesiones, de esos que hacemos en petit comité, un desahogo laboral que hace bien y además celebramos un cumple; también fue

Ni más, ni menos.

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Tener muchos sueños en una noche larga. Despertar con el canto melódico de los pájaros. Hacer larga sobremesa al desayuno. Volver a la cama. Rendirme ante el intenso antojo de permanecer tendida. Cambiar de planes. Otra vez un domingo perezoso. Disfrutar la mañana convencida de que no es para tanto saltarme otro recorrido a la montaña. Recordar los paseos que hemos hecho y planear los que quiero hacer. Sumergirme en fotos de hace años, algunas imágenes lejanas y otras no tanto. Leer el enigma de la poesía. Hacer reír al joven. Salir del letargo y partir en busca del almuerzo. Instalarnos en una mesa en el jardín bajo el sol. Comer lo que nos gusta. Conversar. Preguntar. Reírnos.  Ir por un intento de renovación de piel, exfoliación, unificación de tono, quizá algo más. Calentarme en medio del calor con un agua de hierbas. Volver a la poesía. Encontrar el encanto de las palabras otra vez. Pasear por el jardín. Profundizar la mirada. Ver la tarde. Partir.

La vida se siente

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Disfrutar del gris del entorno ·  Valorar el ambiente sombrío  ·  Anhelar un poco de lluvia  · Tomar un café fuerte para comenzar el día de campo  ·  Desayunar con arepas y encontrar que quedaba pan de masa madre  ·  Repetir café y untarle mermelada al pan  ·  Olvidar que hay mucho en mi lista de pendientes  · Borrar los pendientes de la lista ·  Aceptar que el verano sigue acá · Buscar sombrero para no insolarme · Empezar el módulo de poesía · Descubrir poemas que me fascinan · Hacer pausa · Escribir · Tomar algunas fotos del jardín · Ver el pasto seco y amarillento · Pisar la hierba que cruje ·  Entretenerme con los pájaros  · Servir una copa de vino · Servir otra · Poner la mesa · Brindar · Comer papas crudas · Conversar · Dorar las papas · Poner seis porciones de mantecada en sus platos · Repetir · Seguir conversando · Ver que llega la tarde · Tenderme a leer en el sofá · Repetir eterno resplandor de una mente sin recuerdos · Ver que llega la noche · Calentar papas y carne que qued

Escenas de la semana

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Varios días de intensidad y un par de reposo en lo que va de marzo. Comencé mes con visita teatral, unas cuantas risas viendo  veinticinco cosas , identificando cada una de las enseñanzas de mi profe en la maestría, justo aquellas que no logré plasmar en mi proyecto creativo, pero que sí que sí capté en una puesta en escena estupenda con la que pasamos un buen rato, y también un poco de calor… el éxito en la taquilla nos hizo salir algo acalorados, pero sonrientes. El finde pasado anduvo algo perezoso. Arrancamos con  brunch  contundente y excesos calóricos en una soleada mañana de sábado. Caminamos hasta Unicentro para unas compras que el armario del joven agradeció. Regresamos bajo el intenso rayo del sol, conversando mucho y quejándonos de la temperatura que bastante nos agobió. En medio del azul vibrante la ciudad se llena de gente, todo se congestiona y el calor se intensifica. Este fenómeno del niño ya está exagerando, sus efectos, sumados al cambio climático que avanza sin tregu

Sin hilo conductor

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Entre que solo quiero que se acabe este Gobierno y que seguirán oponiéndose a todo cuanto se proponga, bueno, buenísimo, malo o peor, prefiero pasar olímpicamente del presidente y sus ministros. Como siempre ha sido, solo que por unos meses, cuando el "cambio" comenzó, mantuve la ilusión. Pero no quiero dedicarle tiempo al asunto. Aunque igual pienso en que sí que sí es urgente buscar nuevas formas de desarrollo. Que no todo sea exportar hullas y carbón, o café y flores. Que inventar negocios completos, complejos y sostenibles, que puedan funcionar en esta época rara es imperante... Ando leyendo muchas cosas, viendo otras cuantas y cambiando de opinión un día sí y otro también. Tan es así que cuando ya lo daba todo por perdido, volvió la inspiración porque en un discurso presidencial de instalación de una feria, percibí que su línea es la que debe ser, el norte está claro al menos para un sector económico, lo difícil es tener equipo que logre volver las cosas una realidad. Pe