¡Felizmente casados!!

Una boda de cuento.  La emoción de celebrar una bonita unión es siempre un suceso maravilloso, pero que el matri que celebremos sea el de mi sister… eso ya son palabras mayores.

Con un día estupendo, en el que la lluvia y las nubes tímidamente abrieron paso a los atrevidos rayos del sol, nos encontramos a festejar, a compartir la alegría que significa que Diana y Gerardo hayan decidido recorrer un camino juntos.  Sin muchos preparativos, casi sin previo aviso, ¡llegó el día!
Una puesta en escena sin igual para presenciar una sencilla y pequeña “ceremonia” en la que los novios estaban expectantes y contentos, sus miradas reflejaban el amor y la ilusión de una nueva vida acompañados.  Mientras tanto, los invitados sonrientes, esperaban el “Si, acepto” o algo así... mi má, más que feliz, estaba absolutamente emocionada y nosotros, entusiasmados, disfrutábamos el gran acontecimiento.






Así fue, en medio de la informalidad y la alegría, alejados de cualquier protocolo, pasamos un día genial. El jardín fue el escenario perfecto para ambientar un matri tropical en el altiplano y recibir a un elenco de lujo, tanto anfitriones como invitados estaban de película, y sí, tuvimos una magnifica tarde, que por supuesto tuvo sus momentos:

Instante máximo de ilusión, la entrada de la novia, cero tradicional. Era tal la emoción, que hasta se olvidó del ramo. 
Clasificado como increíble... el estilo bailarín de esta pareja.
Inspirador, aquel momento de espontaneidad pura que llenó el corazón de muchos.
En la categoría de delicioso, los helados en cáscara de fruta.
Sin duda, el momento peliculero llegó cuando el ambiente se transformó en estudio de grabación, y los periodistas en acción, documentaron más de un “Momento Guevara”.

Y, así, entre abrazos, aplausos, sonrisas, música, fotos y copas, celebramos hasta que llegó el anochecer... Ha sido este un comienzo repleto de buenos deseos que esperamos se hagan realidad, que sigan juntos, se diviertan y disfruten hasta siempre, porque merecen eso y más, porque los queremos y solo podemos esperar que la vida les regale mil instantes de felicidad.

¡Que vivan los novios!






























Organizar matri en ocho días no se logra sin la ayuda de Pili, chapeau para la prima






















Sucesos populares

Colectivo familiar

Sin rumbo fijo

―denota negación―