Un ratito de naturaleza y tranquilidad

Un espacio envidiable en el que disfrutar del verde es mi entorno en este período pandémico y cesante.  Retomando los paseos en la montaña he tenido pequeños momentos que hacen grande la existencia, al aire fresco, que es la gloria misma en este tiempo. 

Avanzo absorta en mis pensamientos, a velocidad de crucero, pero con uno que otro sobresalto cuando me doy cuenta que perdí el rumbo o me sorprendo con las nubes, el crujir de los árboles al viento o alguna florecilla llamativa.  Estar con la brisa y el sol directo en la cara, tener la puerta siempre abierta al jardín y aprovechar tantos detalles coloridos y aromáticos, rebosantes de vida en la montaña, han sido de lo mejor para el verdadero comienzo de este año.


















Sucesos populares

Colectivo familiar

Sin rumbo fijo

―denota negación―