Cotidianidad
Salimos muy temprano para llegar a tiempo. En el recorrido que separa nuestra casa del cole nos cruzamos con algunos corredores, otros caminantes y varios amos que caminan cabizbajos paseando a sus perros. La ruta es entretenida y sencilla, sin ascensos todo fluye sin complicaciones y en 50 minutos, o por ahí, logramos la meta. El regreso es ligero, pero con más ruido, más gente y muchos autos. Imprimo velocidad para llegar sin contratiempos a mis actividades… reuniones, trabajo y más trabajo de ese de bobaditas varias, correos cientos y chats miles…
Así hasta la pausa para almorzar y dar la vuelta de sobremesa, en soledad. La tarde más movida, asuntos varios, ir aquí y allá, a veces solo la quietud frente al compu. Cae la tarde y otra vez en compañía en una cosa y otra. Se va la vida, pero tratamos de aprovecharla.