Respirar hondo

 El rumbo confuso de la vida laboral. Reuniones de las que me molesta profundamente todo, pero con las que verifico que con la edad todo me importa menos, me importa casi nada y concluyo con frecuencia que no vale la pena, quizá llegará el momento en que todo retome el cauce, o tal vez no.

Dormir. No es nada fácilQuería quedarme dormida, quería soñar, invocaba el sueño, procuré comunicación con Hipnos, con Morfeo, nada… no hizo efecto la pasiflora. Cierro los ojos, sueño. Aparecen anuncios en mi mente, ruidos, sobresalto, me despierto. Una noche que se suma a aquellas de largo insomnio.

Recorrido. He vuelto a las andanzas.  Voy cada vez más lejos en mis paseos por la vecindad. No salgo de la localidad, pero extiendo la ruta varios kilómetros. Me gusta mirar desde la cima con los ojos cerrados, imaginar, volver a mirar con los ojos muy abiertos, vivir el asombro. Es la ciudad… pero también me gusta, a veces.


Sucesos populares

Colectivo familiar

Sin rumbo fijo

―denota negación―