Tiempo impreciso

Una semana que acaba con días abstractos, indefinidos, días inmóviles que me agobiaron un poco. No me gusta mucho la ciudad y su desorden, pero no poder salir me hace extrañar sus calles pobladas y ruidosas. 

De un lunes intenso en el centro, a un martes de parálisis mañanera en la cama, pasando por un miércoles a media marcha, alcanzando un jueves con mejoría leve, a un viernes en el que me aburrí por completo y decidí terminar la incapacidad para salir a respirar el aire frío de la mañana. Sin duda cuerpo y mente son uno. A veces pasamos por alto, pero están en constante interacción y comunicación, quizá por eso la cintura se manifestó. Ahora pensaré qué quería decirme y por qué de esa manera, y buscaré moderación, equilibrio y armonía.




Sucesos populares

Colectivo familiar

Sin rumbo fijo

―denota negación―