Asuntos varios

Cuestión climática. Días de cielo despejado en los que solo busco salir a la calle, respirar y caminar. En ocasiones el camino más largo y empinado me alegra el espíritu, pues soy consciente de mi existencia y del latir de mi corazón. Sin embargo, a veces, cuando el frío invade, siento mi casa como refugio y evito salir. Pasa poco, casi siempre prefiero estar al aire libre. No obstante, hay días en los que ahorro energía y acumulo calorías... entro en un letargo profundo, que por suerte dura poco.

La vida de ciudad. Salir de nuevo en rutina laboral, en caos urbano, sobrellevar la neurosis de la vida moderna, esa que aturde. Todos de un lado a otro, hipnotizados, apresurados. En unos lugares es la obsesión por el poder o el dinero, en otros sobrevivencia a la incertidumbre y a la realidad precaria, a esa que parece ser lo único asegurado por ahora.

Futuro. Mantengo una visión idealizada de mi situación laboral salvo cuando tengo que facturar, porque me agobia el trámite, y cuando me quedo cesante en enero, porque me amarga repetir y repetir. He fantaseado con posibles escenarios de trabajo, pero debo decidir si enfrentarme a la inercia y desviarme. Todavía no lo sé.

Confianza. La vida y sus escenas hostiles en la ciudad me llena de numerosas razones para tener miedo. No me gustan los noticieros, los evito, la monstruosidad humana me deja devastada. Las redes sociales también, una queja diaria, un drama a cada instante. Pero aun cuando tengo claro que existen probabilidades, altas por estos lados, para que la existencia se desbarajuste... El panorama no es muy halagüeño, lo sé, prefiero pensar en que las cosas irán bien. Elijo creer en la gente, no me quiero cargar de preocupaciones innecesarias. 

Despertar. Mi mirada registró rápidamente el lugar. Traté de recordar cómo era cuando me había acostado y por qué lo veía diferente ahora. Poco a poco empezaron a llegar los sonidos de la calle: algunos autos, pocas voces, los pájaros; también sentí el sonido de mi respiración, agitada. Estaba soñando.




Sucesos populares

Colectivo familiar

Sin rumbo fijo

―denota negación―