Así de simple
Algo de egocentrismo natural: Tan irracional e irritante, a veces.
Tan adorable y carismática, muchas menos. Esa soy. En estos días en los que
pienso en puntos, rayas, flores secas y fotos distorsionadas, nimiedades que me
gustan, también se me ocurre que me he mantenido ignorante sobre muchos temas
por decisión, por falta de interés, claro, pero también porque prefiero
desconocer algunas cosas... otras simplemente han sido por descuido.
En el espacio que existe entre mi casa y la cima de la montaña
reflexiono, dudo, me cuestiono un paso sí y el otro también, algunas veces
también me respondo, ya creo que camino para no tener que pagar terapia. La
locura transitoria que me invade ocasionalmente se desvanece en medio del
viento o bajo el rayo del sol. Aunque quizá solo camino por la satisfacción que
me produce el aire libre en la cara.
Serán los años supongo, pero creo que mi evolución y todos los
cambios que he tenido, las ilusiones y mi realidad han dado forma a una mujer
tranquila, en ocasiones despreocupada. No sé, pero es que muchos miedos se han
esfumado ya, y aunque uno que otro prevalece no le doy mucha importancia.
Aquellas ideas tan instaladas y certeras de mi más tierna juventud han evolucionado o se han
transformado, ahora todo tiene matices. Un día puede ser blanco y al otro no
diría que negro, pero sí quizá gris.
Sueños, curiosidades, pasiones, vuelvo a ellos en lo imaginario,
pero creo que este autoconocimiento me ha dado elementos para pensar que mucho
de lo alcanzado ha llegado por la bondad del universo hacía mí... No sé en qué
cosas me he esforzado mucho. Pienso en talento y dedicación, pero no encuentro
qué será. Mi expresión, mis palabras y comportamientos absurdos, mis gestos, mi
forma de ser y de actuar, qué se yo, creo que los astros se han alineado para
que conozca a las personas adecuadas, para que esté en el sitio apropiado, para
que esquive con facilidad el drama y el daño potencial.
Tal vez se ha tratado de dar vida a la espontaneidad, quizá al
nivel de expectativas, seguro al no darle demasiado importancia a la tristeza,
al hastío, a la ansiedad, o al desasosiego cuando aparecen. Surgen, pasan, y ya
estuvo. Quizá al pretender que todo fluye resulta que así es, fluye.
Vanidad, poses y máscaras a esta altura ya no, nunca. En este cuerpo de 1,60 entaconada*, pelo revuelto y canoso, piel sin maquillaje, pero con bloqueador solar, no hay lugar para más. Sin pretensiones**, con aciertos y equivocaciones, así de simple.
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* Baja
siempre, pero no recuerdo que me molestara, ni que me hiciera sentir mal, hasta
que salí al mundo me di cuenta de que de verdad era muy pequeña y que fuera del
entorno tenía estatura de niña de 12.
**Miento,
pretendo siempre mantenerme serena y, en la medida de lo posible, alegre y en
buena compañía. Ah y saludable, obviamente.