Realidad circundante

La lluvia de ayer, excepcionalmente temprana, impidió el recorrido habitual al cole… cambié el comienzo de la jornada por ejercicio bajo techo, y bueno, después de mis esfuerzos ineficaces por quemar unas cuantas calorías, volví a la cama (sí, absurdo, pero así tal cual fue) y me quedé pensando en mis habilidades motoras. Torpe para la destreza acuática, sin embargo amo "nadar"... sobre ruedas se me da bien el terreno plano, pero la incomodidad de la bici me supera y en patines no domino el freno, total, he abandonado. Solía ser flexible, ya no, pero no dejo de moverme y de colgarme de cuanta barra encuentro, no logro nada más que eso, colgarme, pero me gusta.  He usado pesas ligeras con alguna frecuencia, pero me cansó fácil… sin embargo, creo que lo seguiré intentando, no hay porqué seguir perdiendo músculo. Después de un rato de divagar, las ganas de la segunda taza de café me sacaron de la cama y me mandaron a trabajar, pero seguí en cavilaciones varias durante todo el día… y hoy, la lluvia sigue y también mis viajes al futuro. 

Con la introspección del frío mi mente se inunda de ideas sueltas, de intentos de adivinar la cotidianidad del mañana y de inventos varios, escenas que veo con nitidez absoluta en mi cabeza. No ocurren grandes cosas, pero, por ejemplo, de la nada organizo las mejores fiestas en las que podría estar… No sé a qué viene el asunto, porque soy pésima anfitriona. También me muevo libre entre bosques espesos y aromáticos y no dejan de asombrarme los árboles imponentes… sigo en dispersión, quizá porque justo así comencé la semana.

El cielo blanco y el ambiente frío desajustaron la semana, aunque la lluvia es bonita y necesaria. Quizá no es la lluvia, solo el desorden mental que me habita, bueno, no es para tanto, son solo historias que no sé explicar, fugaces y poco perceptibles para todos, porque bueno, la gente se emociona por cosas que yo no, o me emociono por cosas que no hacen vibrar a todo el mundo, a los cercanos. En fin… que el veranillo de comienzo de año se esfumó, que ha vuelto el frío.



Sucesos populares

Colectivo familiar

Sin rumbo fijo

―denota negación―