De pueblos

Del fin de semana pasado quedó más por ahí perdido… Un recorrido en el que hay de todo, casas, jardines, viveros y campos. Es entretenido ir viendo estilos diversos, colores, flores. En Villa de Leyva fuimos caminando por las calles empedradas en una cálida mañana primaveral. Se oían, aquí y allá, fragmentos de conversaciones, impresiones sobre novedades, la ruta, las escenas habituales. En Ráquira las calles estrechas estaban repletas de autos y de gente, incluso los andenes. En lugar de las artesanías de siempre ahora hay venta de esculturas terroríficas, muchas industrializadas, procesos a gran escala con diseños de pésimo gusto,  sin estilo auténtico, poco queda de lo típico, la greda y sus cerámicas tradicionales han dado paso a chinedades varias. Santa Sofía y sus múltiples homenajes a personajes que han aportado en la instalación de paredes, sillas, ladrillos de las Iglesias, curioso y ridículo un poco. Así anduvo el finde, de pueblo en pueblo, de cafecitos y copas de vino, de compañía inigualable, entrelazando naturaleza y paseo, familia y celebración. Fue espléndido.

Una semana después han vuelto las nubes y las lluvias intermitentes, suaves casi siempre, pero prolongadas también. Pero acá estamos, otra vez en el campo, el nuestro, contentos, viendo llover.















 

Sucesos populares

Colectivo familiar

Sin rumbo fijo

―denota negación―