Por acá estamos

A veces son noches de abrazos y música, alguna copa de vino y risas ocasionales cuando el joven aparece de la nada con algún comentario muy suyo. Otras de silencio, viendo, en medio del frío entorno, luces a lo lejos.  Otras más de conversaciones e ilusiones compartidas. Así pasan los días rurales, entre la ternura y la alegría. Pienso, sobre todo cuando estoy por acá, que el mundo a veces es bonito y amable, que con un poco de esfuerzo podemos encontrar lo maravilloso que es... porque a veces, una sonrisa y una caricia en la cabeza son suficientes. 




Sucesos populares

Colectivo familiar

Sin rumbo fijo

―denota negación―