Hace un rato
Comencé el día con el café aromático de siempre,
delicioso y estimulante; el desayuno colorido habitual y un paseo en medio de nubes
bajas, con un poco de brisa en la cara. Me envuelve la vitalidad de la
naturaleza en este rincón verde y la felicidad que deriva del campo
floreciente. Así ya puedo aterrizar y sentarme a trabajar, veremos cuánto dura la
sensación de bienestar…