Encontrar grises

Bailar el trópico para terminar el año, disfrutar lo bonito de nuestros cuerpos imperfectos, las risas frente al espejo y los abrazos que se sienten desde dentro. Reemplazar las uvas por dulces cerezas en cosecha. Agradecer lo que fue el año que terminó, a lo que nos enfrentó y lo que nos regaló.  Empezar con lo sabroso de un cafecito en el frío sábado del Año Nuevo. Caminar la costa en soledad y con lluvia helada, ver mariscos de toda clase y algas comestibles poco apetitosas, explorar y curiosear en las calles desiertas de una ciudad con potencial. Así. Regresar después al calor. Tratando de encontrar un ritmo para vivir este año a nuestra manera, como nos gusta, sencillo, sereno, divertido, pero por encima de todo, saludable!!















Sucesos populares

Colectivo familiar

Sin rumbo fijo

―denota negación―