Sintiendo la ciudad

Con el frescor de la mañana nos hemos aventurado en búsqueda de color. La brisa y el frío se esfumaron y bajo el sol anduvimos entre el aroma de las rosas que encontramos ayer en el Jardín Botánico. Después, con ansias de seguir disfrutando los días despejados, partimos a Monserrate en la mañana de hoy. A veces me gusta aprovechar la ciudad en plan turista y qué mejor que hacerlo en buena compañía.  Bogotá ha estado bonita, azul, tibia y aún con poca gente; así que mientras tengo trabajo de nuevo, dedico mi tiempo a compartir y reconocer, manteniendo los ojos muy abiertos. Parte de lo que veo y siento queda por acá, como siempre, como testigo de las circunstancias, de los días, del tiempo que rápido transcurre. 



Sucesos populares

Colectivo familiar

Sin rumbo fijo

―denota negación―