Cerrando año

Y como pocas ganas tengo de olvidar los días de aventura, dejaré por acá algunas imágenes del colorido día de fin de año, llegan tarde, pero no las quiero dejar perdidas en mi celu.

Pese al frío invernal que se instaló en medio del verano sureño, las flores de frutillar aportaron el color necesario para la jornada. Así, tuvimos un cierre feliz y tranquilo.  El día fue de explorar bajo la lluvia, encontrar una vista exuberante y fascinante en medio del gris del día.  Nos detuvimos de tanto en tanto, observamos, nos asombramos, tomamos el café más caro de todo el paseo y disfrutamos un almuerzo frugal en una bonita casa típica, por supuesto con mucha madera.








Sucesos populares

Colectivo familiar

Sin rumbo fijo

―denota negación―