De vuelta al ruedo

Hace unas semanas regresé a la ciudad de la furia y poco a poco empecé a recuperar sentido de realidad. Después de algunos días de descanso de cuerpo y mente y otros de incertidumbre y aburrimiento por los trámites de siempre, estoy de vuelta al escenario de siempre con las obsesiones laborales de siempre. No las mías, las que asumo.

Un nuevo año de trabajo empieza y procuraré mantener las ventajas de hacerlo a distancia. Pretendo seguir evitando el tráfico del mal, caminar con mi hijo al cole, aprovechar los almuerzos caseros, disfrutar la sobremesa en el parque vecino, descansar en mi sofá, poner de vez en vez mi música y prender de tanto en tanto mis velas favoritas. 

Será mi espacio y lo que quede de mi tiempo. 



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Sin rumbo fijo

―denota negación―