Helado y espectacular

A más de 4.000 mts está el Geyser el Tatio, destino principal de nuestra visita al desierto.  Quizá lo único sobre lo que habíamos leído con juicio antes de aventurarnos.  
La altura no fue impedimento ni inconveniente para estos cuerpos aclimatados a los 2.600 mts de Bogotá.  La temperatura extrema solo un tanto. Mis temores sobre la presión de Pancho y sus recientes afecciones cardíacas, así como el asma del peque fueron pasajeros, confiada en lo que los médicos habían dicho, me dispuse a disfrutar el paisaje.  







La idea original era ir en tour con muchos paseadores más, pero la libertad de andar en auto propio nos envalentonó y partimos solos. Pretendíamos seguir la caravana de buses que salen de madrugada, pero resultó que empezamos la ruta antes que todos... Tuvimos un tanto de pánico por la soledad y oscuridad del comienzo de la jornada, pero fue temporal. 
Encontrar tal maravilla al amanecer merece el paseo, el frío, el susto, todo. Esos chorros hirviendo que en cuestión de segundos se tornan en hielo, la aparición de los rayos del sol y ese cielo completamente despejado...es la naturaleza en su máximo esplendor. Mágico y maravilloso paseo del que tendremos recuerdos para rato. Estar en el cráter del volcán con un olor ligeramente azufrado, petrificados del frío, hizo que nos sintiéramos en peli. Realmente la naturaleza es asombrosa y es poco lo que conocemos pero mucha la suerte que hemos tenido.




















De regreso, nos detuvimos en un "pueblo" atacameño en el que esperábamos algo más de emoción, aunque es lindo y curioso por sus casitas de adobe con techos de paja, hasta ahora estaban preparando las viandas para los comensales que se aproximaban; así que sin dudar, optamos por seguir adelante y aprovechar los miradores del camino.   Vaya si en el retorno sentimos más miedo que de ida... la verdad el camino es de cuidado, pero la destreza de Pancho al volante nos ayudó y claro, la suerte nos acompañó.









Sucesos populares

Colectivo familiar

Sin rumbo fijo

―denota negación―