Un año de campo

En pandemia, recién modificadas las normas del confinamiento, pero aún con incertidumbre y duda sobre la libre circulación, nos instalamos por acá. Un año después, más kilos, más canas, más felices. Emociones varias en nuestros días rurales. Hemos aprendido y disfrutado el campo. Las innovaciones culinarias han estado a la orden del día. La magia de la montaña nos ha permitido muchas aventuras, desbordadas e intensas algunas, esplendidas la mayoría. Nos convertimos en una familia más de este pueblo maravilloso y nos ha encantado esta forma de vida. Muchos días parece que no pasa nada, pero siempre están los pájaros, las flores, las nubes y nuestras dogas que le dan el toque a cada instante. 

Ha sido bonito. Distante de muchos, pero bonito.


Sucesos populares

Colectivo familiar

Sin rumbo fijo

―denota negación―