Una paella, un tanto, especial
Especial porque estuvo muy saludable, sin sal, pero deliciosa. Preparada con amor, mucho amor, esperada por meses. Primer intento y pasó la prueba, además, la acompañamos con sangría refrescante y deliciosa. Después de todo, lo mejor es el plan y la sobremesa, que alargamos hasta que el sol se despidió. Conversamos largo, nos reímos igual y cuando el peque apareció por ahí, estallamos en carcajadas, él y yo, al menos.