Sí a la aventura

En un lugar increíblemente bonito, llenos de curiosidad y asombro, encontramos varias rarezas en una jornada de descubrimiento. Mi impulso irrefrenable por salir a buscar destinos cuando hay algo de tiempo nos llevó en esta ocasión a Suesca. Un lugar alguna vez visitado, pero como si no, cada roca fue sorprendente.  Anduvimos con la mirada hacia arriba casi todo el recorrido.  Estuvo bien, entretenido.  Caminamos por la línea del tren bajo la lluvia, nos reímos, disfrutamos de los colores y los amores del entorno.  Fue fantástico ver el río limpio y transparente... nada parecido a lo que encontramos la semana anterior.  El mismo río, pero como si fuera otro, increíble lo depredadores y dañinos que somos, corrientes adversas abundan en este planeta. Un plan sencillo, bonito, que nos hizo muy felices.

 

 

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Colectivo familiar

Sin rumbo fijo

―denota negación―