Asenso al viento
De nuevo anduve subiendo el cerro. No
encuentro mejor plan cuando me quedo por acá y tengo algo de tiempo. Fue lo
mejor para finalizar el mes. Después de varios pasos hacía la cima, me senté
sobre una roca a descansar, a contemplar el panorama. Las montañas bajo la neblina, el viento
agitando los árboles y empujándome con intensidad, pero nada que temer, soy
fuerte y pesada, aun con la fuerza que sentía, estaba segura y contenta.
Pequeños pájaros cruzaron cerca, pero veloces, nunca logró detallarlos y menos
tomarles la foto anhelada. Gotas de agua cayendo lentamente y verde, mucho
verde cerca.
Algo de fascinación me embarca en estos paseos de apacible soledad. He surcado profundos océanos, me he elevado más allá de lo humanamente posible, he protagonizado las más asombrosas fantasías, todo en una subida al páramo.