Que no pare la fiesta

Rematamos vacaciones en un pedacito de paraíso entre rocas, tal cual. Con ánimo de seguir de fiesta nos fuimos a celebrar el cumple de Mer en estupenda compañía.  Luego de superar pruebas y seguir una a una las instrucciones de los anfitriones para llegar a destino, lo logramos, mis coequiperos muy preparados y atentos informaron cada giro oportunamente y arribamos, pese a la poca fe en esta conductora experimentada y bien orientada.
Con un plan alegre y sencillo en el que nos pusimos al día sobre los últimos acontecimientos de cada uno, brindamos por los poco más de 40 cumplidos y por el año que comenzamos, pasamos un finde sereno y divertido.
Como siempre, preparamos ricos platos y nos atendieron de maravilla, pero esta vez tuvimos novedad, pues ante la posibilidad de sumergirnos un rato en el jacuzzi para terminar la tarde, no dudamos y aprovechando la sensación de fiesta, con luces, copas y risas, nos abandonamos al relajo y a la buena vida.  ¡Volveremos, sin duda!






Sucesos populares

Colectivo familiar

Sin rumbo fijo

―denota negación―