Así me gustan los findes
La gran suerte nos acompañó
el finde. Con agradable temperatura y una maravillosa compañía, pasamos un par
de días blancos, sencillos y perfectos.
Aprovechamos
el encuentro para poner sobre la mesa recientes historias cafeteras y aventuras
mediterráneas, narradas con empanada y patacón. Bebimos vino, bebimos gin y también cerveza;
comimos pez, milhojas y más, y por supuesto, brindamos por los cuarenta y tantos
de nuestro anfitrión.
Me
gusta Villa de Leyva, el blanco inunda el pueblo y lo llena de energía; me
gustan los ratos familiares y las conversaciones reposadas, me gusta ver a los
chicos riendo y jugando de aquí para allá. Fue un bonito finde, otro más.