Paseo cumpleañero

Lentos y entretenidos paseos por encantadoras y calmadas calles en las que de vez en cuando se interrumpía el silencio por los tuc tuc o por las risas sonoras de visitantes y transeúntes. Así disfrutamos la mañana del sábado precumpleañero. 

La tarde, un tanto más animada. Después de una siesta reparadora, estuvimos en movimiento constante hasta que encontramos nuestro sitio de almuerzo, una selección ideal, que en palabras del peque "hay que replicar" y finalizamos el plan disfrutando café, cervecita y esperando una boda que se avecinaba. Muchos minutos pasaron viendo gente, gestos, expresiones, comentando y especulando, minutos que no volverán pero que disfrutamos como los que más.
Por lo que vimos, algunos han dejado atrás la vida urbana por amor para instalarse en este bonito pueblo. Para alejarse a descansar, Barichara pareciera tenerlo todo.
























El domingo caminamos. En plan senderistas nos aventuramos por el Camino Real rumbo a Guane, fue de lo mejor del paseo; nos sacudimos de cuanta preocupación nos habitaba, respiramos profundo y en medio de un recorrido conversado y muy animado, disfrutamos tonterías, nos reímos de lo absurdo, fuimos felices y regresamos renovados. 



















 Es lo que somos, lo que amo, no necesito más.

Sucesos populares

Colectivo familiar

Sin rumbo fijo

―denota negación―