Notas mentales

Llenas de oficinas, protocolos y jerarquías, las entidades públicas son, en su mayoría, lugares previsibles, repetitivos, a veces francamente aburridos. Espacios donde la rutina pesa, el papeleo todavía abunda y la innovación suele avanzar a paso lento, cuando avanza. La fauna de sus edificios, de la que hago parte con algo entre resignación y costumbre, se desliza entre cubículos como si fueran pasillos del zoológico humano. Mugen en murmullos —los más experimentados— compartiendo secretos a medias, rumores reciclados … y verdades impronunciables. Soy parte del ecosistema del trámite eterno en el que todo está siempre en proceso y todos están siempre muy ocupados. Después de tantos años de estar en esto, empiezo a encontrar algo de heroico en pertenecer a esta maquinaria donde todo tiene orden. Uno a veces caótico, ilógico. Ha sido mi espacio, lo sigue siendo y mientras estoy en la reunión preparatoria de la previa a la verdadera, tomo notas mentales …de lo que no se dice, de lo que s...