En una nube, a la deriva, se fue el finde

No hicimos mucho. Aún no puedo moverme como quisiera, pero disfrutamos desde la quietud todo aquello que nos da placer. Nos aferramos a la alegría que nos producen los recuerdos y construimos instantes que perdurarán, así como la serenidad de estar juntos, compartiendo tardes soleadas en la calma de lo cotidiano.


Me emociona el movimiento de las nubes, me conmueven los atardeceres y bueno, querer a los míos, y que me quieran, es TODO. Fue un tranquilo sábado y un maravilloso domingo.

Sucesos populares

Colectivo familiar

Sin rumbo fijo

―denota negación―