Aventuras y desventuras


A Cali nos llevó el torneo internacional de Taekwondo. Acompañar a Daniel en su primera participación en un campeonato de este nivel nos entusiasmó a todos, tanto así que la celebración cumpleañera de este año se trasladó, nos tomamos un día libre y partimos a hacer barra.
Fue una bonita experiencia.  La emoción de los preparativos, el arrebato al comenzar la jornada, la entrada al Dojang con todo el protocolo que reviste, los resultados, todo nos tuvo inquietos y atentos aquel sábado.  Compartimos la alegría de muchos y la frustración de mi peque, quien haciendo gala de toda su fortaleza y autocontrol aceptó la derrota, no sin antes lamentarse hasta el cansancio por el desenlace. Así es esto, parte de la vida y la experiencia.  Hay que esforzarse, luchar y además contar con algo de suerte.  ¡Será la próxima!


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Colectivo familiar

Sin rumbo fijo

―denota negación―