La gozadera
Los
paseos en familia me dan vida y los días en Cali no fueron la excepción. Con su ingrediente especial, nuestro estancia en el Valle, corta pero entretenida, fue un más completo en la bitácora de paseos nacionales. No hace mucho había estado por allí, pero nunca en familia y definitivamente... nada como eso.
Con una temperatura muy agradable, algo
de brisa y entre los árboles, hicimos un recorrido de reconocimiento al
comenzar la jornada. Llegamos al parque del gato y entiendo ahora la
fascinación de muchos. Todas las gatas, muy coquetas a propósito, esperando una
mirada de este felino imponente y robusto, apoltronado en la ribera del río
Cali. Fue un colorido transitar, lleno de arte, en el que sin quererlo nos
enteramos de la ausencia del gato en la Biblia, de no creer. La gata
bandida nos divirtió, la siete vidas nos sorprendió y así, entre risas y mucho
relajo caminamos por allí.
Partimos al zoológico, recomendado por
propios y extraños... Atendiendo instrucciones llegamos fácilmente y la magia
de la naturaleza nos abrazó. Pájaros, mariposas, peces y aquellos
inmensos árboles nos recibieron muy bien, tanto que casi no salimos de allí.
Bajo la sombra de las ceibas y las miradas de los monos, nos entretuvimos un
montón.
El domingo nos animamos a pasear por los
alrededores de la ciudad y fuimos a la Hacienda el Paraíso, aquella en la que
se vivió el amor idílico de Efraín y María. La casa es preciosa y los jardines
más, de novela. Nos encantó el entorno y su color. Tuvimos suerte
porque no hizo tanto calor y pudimos disfrutar sin agobios.
Y como todo un grupo turistas bien
aconductados, subimos al Cristo Rey. No sabíamos muy bien cómo era el
plan, pero allá llegamos, disfrutamos la vista y por supuesto nos tomamos la
foto de rigor. Por el viento "helado" y la mazorca tipo
"Bogotana" recordaremos el ascenso.
Después de un sabroso almuerzo tardío en Storia
D'amore, partimos al parque del perro, no hay solo gatos en la ciudad. Una
vuelta por allí sin demasiada acción y nos fuimos al cerro San Antonio, entraba
la tarde noche ya y estaba todo pasando. Multitudes, globos,
burbujas, luces, cuentos, cannabis, de todo por allí. Bastante movido
el parque, sin duda, ambiente festivo en su esplendor.